La Sociedad Deportiva Huesca vive el mejor momento deportivo de su historia. El club azulgrana se encuentra inmerso en las semifinales del play off de ascenso a Primera División, donde ha empatado a dos ante el Getafe Club de Fútbol en el partido de ida disputado en El Alcoraz. La ciudad oscense se ha volcado con el equipo y sueña con llegar a la élite del fútbol español.

El conjunto de la capital oscense en un ejemplo del trabajo bien hecho. Un espejo donde muchos clubes que sueñan con llegar al fútbol profesional deberían mirarse. La Sociedad Deportiva Huesca fue fundada el 29 de marzo de 1960. El nuevo club cogió el testigo del anterior equipo de la ciudad, la Unión Deportiva Huesca, que compitió entre 1940 y 1956 llegando a jugar en Segunda División entre 1950 y 1953.
Huesca: Ascenso a Segunda B
El nuevo club oscense tomó nota de su antecesor para no cometer los mismos errores. Desde sus inicios dio pasos pequeños pero firmes con el objetivo de ir creciendo poco a poco dentro del deporte rey. Tras quince temporadas en Tercera División, Los de la Cruz de San Jorge ascendieron a Segunda B, categoría en la que se mantendrían de 1977 a 1984.
Durante las décadas de los 80’, 90’ y los primeros años del Siglo XXI, el Huesca compitió en la división de bronce y la Tercera División dependiendo de la época. Nadie se volvió loco en unos años donde lo fácil era tirar de talonario para intentar ascender. El premio al trabajo y la seriedad llegó en la 2007-2008, campaña en la que lograba el primer ascenso de su historia al segundo peldaño del balompié nacional 48 años después de su fundación de la mano de Onésimo Sánchez.
Huesca: Ascenso a Segunda División
La aventura en Segunda División duró cinco temporadas consecutivas. En la 2012-2013, los azulgranas descendieron. Nuevamente ningún miembro de la familia oscenses se volvió loco en la zona noble del Alcoraz. Con la misma receta utilizada los años anteriores, compuesta por el único ingrediente del trabajo, los azulgrana volverían al fútbol profesional dos cursos después. En el primer año de su regreso logró la permanencia de manera holgada.
Esta temporada, el objetivo el Huesca era repetir la campaña anterior, es decir, obtener la salvación en la categoría de plata sin agobios a última hora. Y con esa filosofía tan de moda del partido a partido, ejemplificada en la labor diaria de su técnico Juan Antonio Anquela, los oscenses lograban en la última jornada el billete para soñar con la Primera División. ¿Subirá el Huesca a la máxima categoría? Nadie sabe la respuesta. Lo que si se puede asegurar es que sea en la categoría que sea, los azulgranas seguirán siendo un ejemplo del trabajo, trabajo y trabajo.
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