Real Madrid y Nápoles disputarán un duelo de altura, atractivo e interesante en los octavos de final de la Champions League. Los italianos llegan al choque en su mejor momento de la temporada y los blancos están un año más entre los favoritos para llevarse una nueva Orejona a su vitrina de trofeos internacionales.
Su emparejamiento ha hecho que muchos rememoren la última vez que ambos equipos se cruzaron en el máximo torneo continental. Aquella eliminatoria nos ha traído a la memoria una de las imágenes anecdóticas de la historia del club de Chamartín: el partido de ida se jugó a puerta cerrada en el Santiago Bernabéu.

Situémonos en la temporada 87-88. Los italianos dominaban en el Calcio y buscaban alcanzar la gloria en el Viejo Continente con una buena participación en la competición europea guiados por su gran estrella Maradona. Los madridistas, que controlaban el campeonato doméstico gracias al fútbol desplegado por la Quinta del Buitre, querían ganar la ansiada Copa de Europa que llevaban veintidós años añorando.
Además, aquella eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa de Europa, suponía un duelo entre dos de los mejores atacantes de la época que venía de brillar en el Mundial Méjico 86: Diego Armando Maradona y Emilio Butragueño. Sin embargo, pocos aficionados madridistas pueden presumir de haber visto a ambos futbolistas juntos sobre el césped del estadio del Paseo de La Castellana.
Un duelo para los elegidos
Una sanción de la UEFA había obligado al Real Madrid a jugar dos partidos a puerta cerrada. Solo 100 personas, entre directivos y empleados, y 359 periodistas tuvieron ese honor. El resto tuvo que verlo por televisión. Fue un partido raro, como todos los que se disputan a puerta cerrada. Podían oírse las instrucciones que daban Leo Beenhakker y Ottavio Bianchi desde la banda; se entendían perfectamente las órdenes de Sanchís, Michel, Ferraro o Gerdana sobre el terreno de juego; y los asistentantes escuchaban los lamentos de Santillana, Martín Vázquez, Giordano o Romano cada vez que caían al césped tras recibir una falta.
El Real Madrid encarriló el pase a los octavos de final de la Copa de Europa bajo aquel extraño ambiente. Los goles de Michel (18’) y Tendillo (76’) pusieron de cara la eliminatoria para los blancos. En el partido de vuelta, jugado en San Paoli ante 83.827 espectadores, Francini (10’) adelantó a los locales y el Buitre (44’) igualó el choque antes del descanso. El empate clasificó al conjunto madridista. Este miércoles, los aficionados que acudan al estadio Santiago Bernabéu podrán ver nuevamente juntos a Diego Armando Maradona y Emilio Butragueño. Eso sí, ambos disfrutarán del encuentro desde el palco.
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