
Muchos consideran que los futbolistas, una vez finalizan sus carreras profesionales, o siguen relacionados con el deporte del balompié o tienen pocas salidas en su vida laboral. Sin embargo, son muchos los casos de grandes artistas internacionales que fueron jugadores de fútbol antes de dedicarse al mundo del espectáculo o la cultura. Aquí recordamos algunos de los casos más destacados.
Niels y Harald Bohr: estos hermanos daneses fueron integrantes de la selección de Dinamarca que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres en 1908. Paralelamente a la práctica deportiva, ambos se esforzaron en sus estudios. Y no de cualquier manera. Harald fue un reputado matemático y Niels, que fue portero, obtuvo el Premio Nobel de Física en 1922, un reconocimiento que quizá comenzó a cimentar en los terrenos de juego, donde en mitad de los partidos se apoyaba en el poste y tomaba apuntes.
Albert Camus: pocos conocen la relación de uno de los mejores filósofos de la historia con el fútbol. Este afamado escritor y periodista siempre tuvo el sueño de dedicarse a su deporte favorito. Fue un destacado portero en el equipo juvenil del Racing Universitario de Argelia. Sin embargo, con tan solo 17 años, a Camus le detectaron tuberculosis, enfermedad que le obligó a abandonar el balompié. Nunca olvidaría este deporte, pues más adelante declararía que “todo lo que sé de la moral y las obligaciones de los hombres me lo ha enseñado el fútbol”.
Eduardo Chillida: siguiendo la estela de grandes artistas de la cultural que fueron guardametas encontramos al escultor vasco, un joven espigado que defendió la portería de la Real Sociedad desde 1942. Su pasión por el balompié la había adquirido en casa, pues su padre era el presidente del club donostiarra en aquella época. Siendo un fijo en el once titular, Chillida logró el ascenso del conjunto de San Sebastián a la Primera División. Un encontronazo con Sañudo, delantero del Real Valladolid, le ocasionó una grave lesión de rodilla que le obligó a dejar el fútbol. Desde entonces, sus manos dejaron de parar balones para comenzar a esculpir algunas de las grandes obras de arte de este país.
Julio Iglesias: uno de los cantantes españoles más internacionales brilló frente a los focos de los estadios antes que delante de los de los escenarios. Con tan solo 19 años, Julio Iglesias ya había defendido la portería del Real Madrid, club en el que se había formado en las categorías inferiores. Un accidente de tráfico, que casi le deja paralítico, le obligó a dejar la práctica del balompié. El conjunto de Chamartín perdió un portero, pero el resto ganó un artista.
Álvaro Benito: el actual cantante de la banda Pignoise fue una de las grandes promesas del fútbol español a mediados de los 90’. El centrocampista era el señalado como la gran futura estrella del Real Madrid en una cantera con jugadores de la talla internacional de la de Raúl González Blanco o José María Gutiérrez ‘Guti’. A pesar de contar con la confianza de sus entrenadores, como Jorge Valdano o Fabio Capello, las continuas lesiones de rodilla le obligaron a colgar las botas antes de tiempo.
Otros futbolistas famosos
Estos sólo son algunos de los casos de artistas que antes de brillar en los escenarios culturales lo habían hecho en los estadios de fútbol. Otros ejemplos son el cineasta Elías Querejeta, que jugó en la Real Sociedad; el cantante Melendi, que pasó por las categorías inferiores del Real Oviedo; o el músico, compositor y productor británico Rod Steward, que realizó una prueba para jugar en el Brentford en 1960.
Gran artículo
No sabía lo de Melendi ni lo de Rod Stewart.